Los Museos Una concepción del arte
En algunas épocas antiguas se definió el arte como la representación de
la belleza, la perfección, la armonía. Esta definición quedó totalmente
desfasada con el paso de los siglos, y muy especialmente tras la aparición de
las vanguardias, que plantearon nuevos caminos de expresión y modificaron los
paradigmas de la creación artística. En nuestros días conviven muchas
concepciones del arte en sus inagotables manifestaciones, pero casi todas
coinciden en la esencia comunicadora del mismo, pues la obra creada carece de
sentido sin la percepción del receptor, quien descodifica e interpreta -desde
el raciocinio, la emoción o ambos estadios- dicha expresión artística dotándola
de auténtico significado. Con independencia de que algunos artistas manifiesten
su relación casi exclusiva con la ideación, al margen de los espectadores de
sus obras, lo cierto es que una obra de arte sin público es como un hombre
encerrado al margen de la sociedad o como un árbol caído en un bosque inescrutable.
Una forma de comunicación
Los mismos orígenes del arte, las pinturas rupestres, tuvieron un
marcado cariz de comunicación. Servían, más que para expresar el mundo interior
de sus autores, para manifestar al grupo los hitos sociales, para relacionarse
socialmente con lo mágico, con las divinidades y comunicarse con ellas. Estaban
formadas por signos, imágenes, señales y lenguajes figurados que todos, de
algún modo, compartían. En nuestros días, el arte mantiene esa función que, los
creadores, enfatizan o desdeñan en base a sus estilos personales y sus
concepciones artísticas. Los artistas expresan pensamientos, criterios,
sentimientos y emociones a través de su arte, los cuales llegan a los
receptores -el público-, quienes los hacen suyos mediante ese proceso de
comunicación. Así, los elementos principales de toda comunicación -el emisor,
el receptor y el mensaje- quedan perfectamente establecidos, y no solo ellos,
también el canal -que depende del tipo de arte en cuestión: auditivo para la
música, audiovisual para el cine, visual para la pintura-, las interferencias
-las cuales dificultan la perfecta trasmisión y percepción de los mensajes, por
ejemplo la mala iluminación en una exposición de esculturas- y el código, que
adquiere en la expresión artística un matiz más subjetivo.
La peculiaridad del arte contemporáneo es que en muchas ocasiones -y
según las intenciones del autor- prima la transmisión de emociones -la rabia,
el estupor, el rechazo, la provocación, el impacto- frente al intercambio de
ideas o conceptos, lo cual ocurre sobre todo en las artes plásticas
contemporáneas, en la poesía y, frecuentemente, en las performances. Con todo,
la obra produce una reacción en el destinatario y es precisamente este efecto
el que, en gran medida, le suele dar sentido.
Muchas manifestaciones artísticas de reciente aparición, como el cómic,
la fotografía, el arte urbano, el rap, el cine y las artes escénicas, por
ejemplo, han dado un paso más y se consideran en ocasiones verdaderos canales
de comunicación que no solo despiertan sentimientos, sino que transmiten ideas,
opiniones y tomas de postura. Denuncian, manifiestan y aportan un modo
distintivo de contar la realidad, de aproximarla a los demás, de interactuar
con ellos. Algo que durante mucho tiempo han realizado también -y lo siguen
haciendo- otras modalidades más clásicas del arte como la literatura, la
escultura, la pintura -El Bosco es un espléndido ejemplo- e incluso algunos
estilos arquitectónicos, como el románico y sus mensajes religiosos en las
catedrales.
más prestigiosos del mundo

La historia del hombre y de las civilizaciones queda representada por
sus creaciones artísticas y científicas, así como por las muestras
arqueológicas recogidas. Los museos son su morada, el lugar donde son cuidadas,
puestas en valor y presentadas para el deleite de todos. A continuación vamos a
repasar cuáles son los museos más importantes del mundo.
Europa y sus museos
El Museo del Louvre, situado en París, es un referente obligado de este
ranking, ya que dispone de una galería de arte dotada con algunas de las piezas
más asombrosas del mundo, entre ellas pinturas como la Gioconda de Da Vinci y
esculturas como la Venus del Nilo, así como una inmensa colección de piezas
provenientes del Antiguo Egipto. Destacan en Londres, el Museo Británico -que
alberga, entre otras piezas de valor incalculable, una colección incomparable
de momias egipcias, la Piedra Roseta y hasta una parte del Partenón griego- y
la Galería Nacional, la cual destaca por su vasta pinacoteca de pintura clásica
(más de 2.000 cuadros), con obras tan famosas como la Venus del Espejo, de
Velázquez, y Los Girasoles, de Van Gogh. España cuenta también con tres de los
museos más importantes del mundo: el Museo del Pardo, en Madrid, que destaca
por su impresionante y valiosísima pinacoteca con algunas de las obras más
destacadas, entre otros, de Velázquez, El Greco y Goya; el Reina Sofía,
localizado en esta misma ciudad, centrado en colecciones de arte contemporáneo
y con piezas tan significativas como el Guernica de Picasso; y el Museo
Guggengheim de Bilbao. Los Museos Vaticanos y la Galería Uffizi, en Florencia
(Italia), el Museo de Historia del Arte de Viena, el Calouste Gulbenkian de
Lisboa, el Museo de Arte Ruso de San Petersburgo y el peculiar Museo de Arte
Asiático de Corfú, en Grecia, completan la relación de museos europeos de
máximo prestigio internacional.
Los más destacados museos de América se sitúan en los Estados Unidos,
muy especialmente en Nueva York y Washington D.C. El Museo Metropolitano de
Arte, emplazado junto a Central Park, en la capital neoyorquina, dispone de más
de dos millones de obras de arte procedentes de todo el mundo.
También se
localizan en esta ciudad el Museo de Arte Moderno de Nueva York, mas conocido como
MOMA y especializado en arte contemporáneo.
El Museo de Oro, localizado en Bogotá (Colombia) y con miles de piezas de orfebrería prehispánica; el Museo Nacional de Bellas Artes, situado en Argentina; el Museo de Arte, de Lima (Perú), y el Museo de Arte de Sao Paulo, en Brasil, son los referentes museísticos más prestigiosos de América Latina
El resto de los continentes
El Museo de El Cairo
(Egipto) dispone de una de las mayores colecciones mundiales de arte egipcio,
incluyendo el impresionante tesoro de Tutankamon. Igualmente en África se
ubican el Museo de las Ciencias de la Tierra, de Rabat; el Museo de La Kasbah,
en Tánger, y el Museo Nacional de Kenia. En Asia, los más prestigiosos son el
Museo de la Civilización Asiática, en Singapur, y el Museo Nacional de Tokio,
el más grande y antiguo de Japón, con más de cien mil objetos de valor
arqueológico y artístico. Las australianas Galería de Arte de Nueva Gales del
Sur y Galería Nacional de Australia, junto a la Galería de Arte Sutter, situada
en Nueva Zelanda, culminan este recorrido intercontinental por los mejores
museos del mundo.
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